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Y es así que cada año se reúnen con sus seres queridos, aquellos que pasaron a la otra vida yendo al lugar donde los vieron por última vez.Sentados en las tumbas comparten bebida y comida de esas que les gustaban cuando estaban vivos, se escuchan rezos, llevan bandas de música esperando satisfacerlos, a las 12 del medio día se escucha el trompetazo final anunciando la hora de la partida de los difuntos.